Este es el santo que habló de la dignidad de la mujer
Mulieris hoy – 22 de octubre de 2018 – En Mulieris Hoy estamos de celebración con la fiesta de San Juan Pablo II (22 de octubre), el Pontífice de la Carta Apostólica “Mulieris dignitatem”, sobre la dignidad de la vocación de la mujer. La Carta es inspiración para el trabajo que realizamos en este medio de comunicación, dedicado justamente a la mujer. Por eso queremos recordar algunas de las palabras que allí escribió el santo polaco.
En el documento pontificio, del que se conmemora 30 años de su salida a la luz–fue publicado el 15 de agosto de 1988, en la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María y con ocasión del Año Mariano-, Juan Pablo II escribe:
“La dignidad de la mujer y su vocación, objeto constante de la reflexión humana y cristiana, ha asumido en estos últimos años una importancia muy particular. Esto lo demuestran, entre otras cosas, las intervenciones del Magisterio de la Iglesia, reflejadas en varios documentos del Concilio Vaticano II, que en el Mensaje final afirma: ‘Llega la hora, ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, la hora en que la mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzados hasta ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espíritu del Evangelio pueden ayudar tanto a que la humanidad no decaiga’”.
Allí, el Santo Papa resalta a María como modelo de mujer, destacando el rol que la Madre de Dios tiene en el misterio de la salvación: “María -esta ‘mujer’ de la Biblia- pertenece íntimamente al misterio salvífico de Cristo y por esto está presente también de un modo especial en el misterio de la Iglesia. Puesto que ‘la Iglesia es en Cristo como un sacramento (…) de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano’, la presencia especial de la Madre de Dios en el Misterio de la Iglesia nos hace pensar en el vínculo excepcional entre esta ‘mujer’ y toda la familia humana”.
Asimismo, se refiere a Jesucristo como promotor de la verdadera dignidad de la mujer: “En las enseñanzas de Jesús, así como en su modo de comportarse, no se encuentra nada que refleje la habitual discriminación de la mujer, propia del tiempo; por el contrario, sus palabras y sus obras expresan siempre el respeto y el honor debido a la mujer. La mujer encorvada es llamada ‘hija de Abraham’, mientras en toda la Biblia el título de ‘hijo de Abraham’ se refiere sólo a los hombres. Recorriendo la vía dolorosa hacia el Gólgota, Jesús dirá a las mujeres: ‘Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí’. Este modo de hablar sobre las mujeres y a las mujeres, y el modo de tratarlas, constituye una clara ‘novedad’ respecto a las costumbres dominantes entonces”.
Lee aquí completa la Carta Apostólica “Mulieris dignitatem”.
Fuente: Vatican.va.