¿La Virgen María está presente en el Antiguo Testamento?

Facebook

Google

Twitter

Mulieris hoy – 10 de noviembre de 2020 – La Virgen María es modelo de mujer, de madre, esposa, humildad, entrega, amor, y sobre todo, de santidad. De Ella, de su sí, fue posible que Dios llevara a cabo el Plan de Salvación para el mundo; un plan que está presente en las Sagradas Escrituras, e incluso marcado desde el Antiguo Testamento.

Sobre este tema se refirió el Obispo de San Sebastián España, Mons. José Ignacio Munilla, en una entrevista que concedió al canal televisivo de su diócesis. El prelado, quien habló en profundidad de la presencia de María en las Sagradas Escrituras, detalló cómo Nuestra Señora está prefigurada desde el Antiguo Testamento.

“Existen algunos pasajes que nos hacen entender que la figura de María ha estado prefigurada en pasajes del Antiguo Testamento”, detalló el prelado.

Dichos pasajes hacen referencia a santas mujeres, como bien describe el Catecismo de la Iglesia Católica en el No. 489:

A lo largo de toda la Antigua Alianza, la misión de María fue preparada por la misión de algunas santas mujeres. Al principio de todo está Eva: a pesar de su desobediencia, recibe la promesa de una descendencia que será vencedora del Maligno (cf. Gn 3, 15) y la de ser la madre de todos los vivientes (cf. Gn 3, 20). En virtud de esta promesa, Sara concibe un hijo a pesar de su edad avanzada (cf. Gn 18, 10-14; 21,1-2). Contra toda expectativa humana, Dios escoge lo que era tenido por impotente y débil (cf. 1 Co 1, 27) para mostrar la fidelidad a su promesa: Ana, la madre de Samuel (cf. 1 S 1), Débora, Rut, Judit, y Ester, y muchas otras mujeres. María “sobresale entre los humildes y los pobres del Señor, que esperan de él con confianza la salvación y la acogen. Finalmente, con ella, excelsa Hija de Sión, después de la larga espera de la promesa, se cumple el plazo y se inaugura el nuevo plan de salvación”.

Mons. Munilla, destacó además que existen dos pasajes claves del Antiguo Testamento que ya hacen referencia a María.

El primero es Génesis 3, 15:

Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

El segundo, Isaías 7, 14:

Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.

Así, como indicó el Obispo de San Sebastián, desde el Antiguo Testamento “Jesús es la esperanza contra toda desesperanza. Y María será la puerta por la que llegue la salvación del mundo”.