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¿Ya viste la pintura El retorno del hijo pródigo de Rembrandt?… 3 enseñanzas que deja para vivirlas en Semana Santa
Entre mis obras de arte favoritas, se encuentra la pintura “El retorno del hijo pródigo” de Rembrandt. Se trata de un óleo sobre tela, que mide 205 metros de ancho por 262 centímetros de alto, donde el pintor holandés representa hermosamente la parábola del “Padre Misericordioso”, también llamada parábola del “Hijo Pródigo”, que es narrada en los Evangelios; más específicamente en el Evangelio de San Lucas 15, 11 – 32. La pintura, elaborada por Rembrandt entre los años 1663 y 1669 –poco antes de la muerte del pintor– y que hoy se puede apreciar en el Museo del Hermitage de San Petersburgo, Rusia, deja para mí tres enseñanzas que bien…
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¿Caíste?… Levántate… Dios hace nuevas todas las cosas…
Nuestro Señor Jesucristo hace nuevas todas las cosas. Si pecamos, si caemos, si erramos, Él está ahí para levantarnos y hacer de nosotros personas nuevas. Nuevas en la esperanza, nuevas en el amor, nuevas para Dios. No importa cuán bajo hayas caído; lo importante es levantarse, y si con dolor de corazón vuelves a Dios, Él te recibirá con los brazos abiertos...