Adriana Carvajal Espinoza por Cathopic
Familia,  Santidad en Femenino

¿Qué pasa el Domingo de la Misericordia?

Mulieris hoy – 22 de abril de 2022 – La Iglesia Católica celebra cada segundo domingo de Pascua la Fiesta de la Divina Misericordia, celebración que fue instaurada en el año 2000 por San Juan Pablo II con motivo de la canonización de Santa Faustina Kowalska, conocida como “Apóstol de la Misericordia Divina”.

La santa, a quien Nuestro Señor Jesús se le presentó revelándole esta devoción, escribió en su diario que son grandes las gracias que obtienen los fieles creyentes durante la festividad del Domingo de la Misericordia, venerando la imagen del Señor de la Misericordia y acercándose a la fuente de su Misericordia infinita. Aquí te contamos cuáles son:  

  1. Quien se acerque ese día a la Fuente de Vida recibirá el perdón  total de las culpas y de la penas, la Indulgencia Plenaria. “Ese día están abiertas las entrañas de Mi Misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre aquellas almas que se acerquen al manantial de Mi Misericordia (…) Que ningún alma tenga miedo de acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata”.
  2. El alma recibirá un mar de gracias que brotan del manantial de la Misericordia de Dios. “No encontrará alma ninguna justificación hasta que no se dirija con confianza a Mi Misericordia, y por eso el primer domingo después de la Pascua ha de ser la Fiesta de la Misericordia. Ese día los sacerdotes deben hablar a las almas sobre Mi Misericordia Infinita”. 

Para recibir el don de la Indulgencia Plenaria es necesario tener en cuenta estas condiciones:

  • Confesarse y mantenerse en estado de gracia.
  • Asistir a la celebración Eucarística del Domingo de la Misericordia.
  • Comulgar y ofrecer la comunión por las intenciones del Santo Padre y las necesidades de la Iglesia católica.
  • Rezar el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria.

 

“Mi Misericordia es más grande que tu miseria y la del mundo entero. ¿Quién ha medido Mi bondad? Por ti bajé del cielo a la tierra, por ti dejé clavarme en la cruz, por ti permití que Mi Sagrado Corazón fuera abierto por una lanza, y abrí la fuente de la Misericordia para ti. Ven y toma las gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza. Jamás rechazaré un corazón arrepentido,  tu miseria se ha hundido en el amigos Mi Misericordia”, señala Santa Faustina en su Diario, tomando las palabras reveladas por Nuestro Señor.

 

Ver también: Con esta oración ¡conságrate al Sagrado Corazón de Jesús! 



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